Hola. Voltaire señalaba a quienes andaban por las mismas tierras que él , que la virtud tiene que ser ejercida por amor y no por miedo (Ver Fraude, en su Diccionario Filosófico).
Bien venidos a Tintas y Trazos.


Leandro Trillo.


lunes, 14 de febrero de 2011

LA ÉTICA DEL RESENTIDO (FRAGMENTO 21 - LEANDRO TRILLO)

HUEVOS POR ARGOLLAS


Nada interesante pasó en el grupo de pensamiento por algún tiempo. A mi juicio no ha servido para demasiado aun hasta el día de hoy. Algún miembro trató de darle una cierta poética al asunto pero quedó en un buen intento. Ninguno de los que participamos le dimos demasiada importancia. Mucho menos constancia. El grupo de pensamiento, mediando Agosto, se marchitó. Se volvió un espacio triste. Algo marchito, como una hoja seca en el asfalto. Así se volvió el espacio de pensamiento. Una hoja marchita sobre el asfalto sobre el que pasan miles de personas a diario, pisando, algunos desparramando algún pedazo de mierda que pisó. Así la hoja se vuelve un poco pegajosa, se va integrando más y más eficazmente con el resto de la ciudad a los fines de figurar de alguna manera en alguna baldosa pintoresca en la cual ya no se distingue si lo que hay pegado es un poco de barro, un pedazo de mierda tibia cagada por algún perro, un papel de chocolates o una hoja seca entremezclada con otras basuras. Lo mismo ocurrió con ese grupo virtual de pensamiento. No se qué pasa en otros. Espero que tengan mejor suerte. A decir verdad, yo también preferí en más de una ocasión ir a ver televisión antes de participar. Necesito algún relajo. A veces la desesperación de mi mente me satura y me ahoga. Recordar que he asesinado me asesina también, lento, a fuego lento. A veces me encuentro demasiado envuelto entre paredes demasiado cercanas unas de otras pintadas de negro y no de blanco al estilo de una habitación de neuropsiquiátrico. Sin embrago, como por una cuestión metafísica, o de magia, después de dormir todo adquiere formas nuevas para mi, pero siempre, siempre la sensación. Me cuesta olvidarlo. Me cuesta digerirlo. Demasiada bronca. Ni siquiera me preocupa saber si es cosa mía o no, si es algo general. Ésta época y esta calle por la que camino para ir a trabajar todos los días mientras mi arte y mi pensamiento y mis sensaciones se olvidan y relegan a causa de los problemas que nada tienen que ver conmigo y que finjo que me importan, se asemejan increíblemente a una fábrica enorme que produce cada vez mas desagrado, más bronca, más enojo y más odio de lo que cualquier ser cuerdo puede soportar. Así es como mueren artistas antes de nacer. Así es como mueren. A través del acatamiento al odio y al rencor. Ya no salva el arte más que a unos pocos. Lo mismo da matar a un artista fusilándolo contra un paredón o torturándolo con la máquina kafkiana que aniquilando y contaminando su instrumento de trabajo. Ya no es que del caos surge la creación. De un cuerpo triturado que porta una deseabilidad triturada y descuartizada no puede esperarse más que nada. ¡Asesinos! ¡Asesinos! ¡Me obligan a hacer lo peor de todo, lo imperdonable! ¿Para qué quieren que vaya a la Iglesia? ¿Para qué quieren que vaya y hable con Dios? ¿Para que le confiese mis pecados? Dios no tiene nada que ver ni nada que opinar en todo esto. Manga de asesinos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario