Hola. Voltaire señalaba a quienes andaban por las mismas tierras que él , que la virtud tiene que ser ejercida por amor y no por miedo (Ver Fraude, en su Diccionario Filosófico).
Bien venidos a Tintas y Trazos.


Leandro Trillo.


miércoles, 15 de junio de 2011

DISCURSO Y DESEO EN LA LÓGICA CAPITALÍSTICA - LEANDRO TRILLO - FRAGMENTO 20

La ingeniería utilizada como sostén.

Probablemente se entienda como un par dicotómico, o una separación binaria, a la relación que vincula la universionalización con la singularidad de la deseabilidad.
No obstante ello, una condición subjetiva no es condición excluyente de la otra. Este es un punto en el que es necesario ensayar algunas consideraciones.
La condición o emergencia de aparición se da justamente en una relación cuyo principio es la no exclusión de la otra. Plantear tanto a la singularidad como a lo necesárico o a la tendencia a la universionalización como estado perpetuo de la subjetividad implicaría la posibilidad de sostener una situación similar a la lógica capitalística en tanto configuraría un estado de tendencias totalitarias, absolutistas en relación a un estado, a una configuración de la subjetividad.
Me he referido en algún lugar al concepto de hiancia. Y creo que ésa es la instancia en donde se desarrolla la lógica capitalística. A los fines de ello es que resulta significante la palabra tendencia. La tendencia del sistema capitalístico a la universionalización de la subjetividad, o de la deseabilidad, es la conjunción de palabras que creo, mejor define a esta interacción.
Claro que para esta tendencia resulta de mayor facilidad arrimar la configuración que propone a los sujetos, porque para ello creó y configuró un mecanismo social y singular, precisamente, de funcionamiento de los medios masivos de comunicación, a cuyos derivados en la dimensión de la subjetividad social puede comprenderse como los mecanismos de funcionamiento negativo, además de una serie de campos disciplinarios que se ocupan de realizar, multiplicar y proliferar esa tendencia a la subjetividad capitalística operando sobre el deseo.
Como ya ha sido mencionado, la fenomenología del deseo, la deseabilidad configurada bajo la lógica capitalística es el tema central de este estudio. La configuración del deseo configurada, justamente, por el dispositivo capitalístico. Aquella subjetividad que opera, proyecta, subsiste de acuerdo a la serie de preceptos de las disposiciones capitalísticas.
La configuración de la deseabilidad se encuentra en una etapa histórica en la que se configura nutriéndose casi íntegramente por la multiplicación incesante de ficciones sociales que son mucho más ajenas en una primera instancia a la dimensión genuina de la deseabilidad de los sujetos que las desarrolladas en otros contextos históricos. Ante tal mutación de la figura y/o máquina configuradora se producen visibles los efectos de las nuevas configuraciones. Además de ello la configuración capitalística se establece bajo los efectos de la tendencia a la universionalización de la subjetividad. Y no incluye esta afirmación relación alguna con las diferencias de clases. La transversalidad de esta operación trasciende la dimensión capitalista de materialidad, poder adquisitivo. Se trata, si se quiere, de la educación del deseo, de la deseabilidad, el amaestramiento, la manipulación.
Por ende, en la era de las disposiciones y las lógicas capitalísticas productoras de la tendencia universionalizante, lo que se produce, o también podría decirse que lo que se multiplica, es la subjetividad capitalística, radicalmente caracterizada por la relación que mantiene y establece entre el deseo, la deseabilidad y el dispositivo de tendencia universionalizante de la subjetividad.
De allí el interés por teorizar acerca de la distracción pues la lógica capitalística la utiliza, enmarcándola en un dispositivo pedagógico, a los fines de que la deseabilidad se encuentre en estado hipersaturado en la subjetividad.
Intuyo que la producción de materia social está dada por la máquina en la que deviene la deseabilidad cuando habita instantes de singularidad. Es decir que veo una relación casi dependiente en la triangularidad singularidad- deseabilidad- materia social.
Cuando la hipersaturación y la hiperestimulación invaden el territorio de la deseabilidad y la subjetividad trabaja con esa serie de estímulos, intentando crear intensidad deseante con una fracción de la información saturada a través de las prácticas de pensamiento, se da la maquinización de la deseabilidad. Ocurre en la dimensión de lo subjetivo.
Funcionamiento de la sujeción social como máquina productora de materia social.
Por otra parte será otro el tipo de producción cuando la deseabilidad esté más hondamente comprometida con la ingeniería subjetiva de la lógica capitalística. La propia discursividad se volverá recipiente de destellos necesáricos, fabricados por la propagación de la deseabilidad mediática, ajena, constituida por prefabricaciones de deseos de formato massmediático (¿masmediático? y funcionará de esa misma manera en relación al acontecer, a la generación de pensamiento social.
Es propicio decir que la vinculación existente entre la hiperestimulación y la recepción recipiente o máquina es rugosa. Participan en esa configuración, de modo aleatorio, calidades de intensidad. Ello pretende dejar de lado aquello que tienda a plantear totalitarismos en el ámbito de las dimensiones de las configuraciones subjetivo-sociales e, incluso, en el campo de la producción de singularidad en la deseabilidad.
La cuestión se encuentra en lo que se hace, en lo que se produce, con lo que se recepta de los ámbitos generadores de hiperestimulación y saturación. La producción de singularidad radica en la conciencia y la autonomía, en el manejo de esa producción, de esa constitución de la subjetividad en máquina productora de materia social.
Participar e inmiscuirse en la deseabilidad de la lógica capitalística no constituye perpetuidad en la configuración subjetiva. Lo que es necesario comprender e instalar en las prácticas de pensamiento es la posibilidad de configurar una máquina a partir de tal experiencia. Hacer funcionar a la subjetividad como recipiente, como máquina o como una intensidad rugosa que deambule por ambos. Todas las opciones son máquinas.
El manejo de la posibilidad de constituir singularidad es una alianza acordada con la autonomía de la deseabilidad.
Creo que lo antedicho se usa para corroborar las tácticas y tendencias a la universionalización de la subjetividad y también de la deseabilidad.
Lo riesgoso, lo que se presenta como sintomático, se configura en los abismos de la subjetividad que deviene recipiente de los estímulos capitalísticos. Allí, en ese íntimo foro de existencia subjetiva, tiene lugar la constitución de la subjetividad y la deseabilidad distraída.

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