Hola. Voltaire señalaba a quienes andaban por las mismas tierras que él , que la virtud tiene que ser ejercida por amor y no por miedo (Ver Fraude, en su Diccionario Filosófico).
Bien venidos a Tintas y Trazos.


Leandro Trillo.


viernes, 10 de junio de 2011

DISCURSO Y DESEO EN LA LÓGICA CAPITALÍSTICA - LEANDRO TRILLO - FRAGMENTO 18

CAPÍTULO 4

APUNTES SOBRE LA TENDENCIA A LA UNIVERSIONALIZACIÓN DE LA SUBJETIVIDAD

Aproximación a la teoría de la tendencia a la universionalización de la subjetividad. Apuntes arqueológicos.

Se han producido una serie de supuestos que funcionan.
Primero: el fenómeno de aquellos ejes conductuales que para los fines de este estudio denominaré universionalización.
La universionalización se refiere a la injerencia de los procesos capitalísticos operados en la diagramación de la fenomenología del deseo. La característica fundamental de este tipo de diagramación se encuentra en el hecho y/o la tendencia a la similarización, puesto que en el contexto global capitalísticamente planteado resulta necesario producir una tipología de deseabilidad desacoplada, incluso materialmente, de la propuesta de la singularidad en el seno de lo deseable.
Denomino entonces tendencia a la universionalización de la subjetividad a esta proliferación de deseabilidad capitalística que opera de manera global, produciendo uni-versiones de las posibilidades pensables de la subjetividad.
Creo estar vivenciando en el nivel de funcionamiento de la sociedad una operación inmanente de universionalización producida sobre la subjetividad de grandes sectores sociales que se replica de manera global.
Los principales agentes que actúan en este proceso constituyen el discurso analizado desde los parámetros anteriormente descritos, como la inobjetable oferta de hipersaturación de la capacidad deseante ejercida, en primera instancia, por los medios de comunicación masivos.
Segundo: la fenomenología constituyente del deseo en la lógica capitalística. Es decir aquella serie de condicionamientos que propician la obturación del deseo en un punto signado por lo capitalístico.
Como factor connivente de ello se presenta el aspecto de materialización, el cual ocurre a través de lo que encasillo en un tercer supuesto.
Tercero: los mecanismos de funcionamiento negativo implicados en condiciones perpetuas de potenciación. El material teórico expuesto manifiesta un simplificado esquema de la teoría de la tendencia a la universionalización de la subjetividad en las inmediaciones de la lógica capitalística, pues se desarrolla un esquema que pretende hacer visible el funcionamiento del deseo, de la deseabilidad, bajo los mecanismos de la operación de universionalización.
Se refiere el análisis al fundamento de la instauración de la lógica capitalística narrado en tres fenómenos acaecidos en la esfera social.
¿Por qué se instaura la lógica capitalística?
Debido a la alianza de los efectos universionalizantes, por la consecuente constitución de la configuración de la deseabilidad distraída y por la instauración en los modelos subjetivos de los sujetos de los mecanismos de funcionamiento negativo.
Es dable considerar la hipótesis de que, como el sistema que se presentó durante años como modelo de la existencia social, que instaló los mecanismos necesarios para la naturalización de su lógica de funcionamiento en cada intersticio social y que constituyó un sistema de logos en episteme, está colapsado, quizás las lógicas identitarias, la dimensión conjuntista que estableció un nombre para cada cosa, que es además irreemplazable por otra distinta, encuentren su grado cero, su finitud, su improductividad irremediable, la conciencia de su mentira, de su existencia únicamente discursiva.
La teoría de fondo es que el sistema de relaciones capitalísticas ha sido instituido finalmente, llevando así a la configuración capitalística de la deseabilidad. El ingreso a una nueva disposición social.
Aflora como necesidad progresiva auto-movilizadora, como vestigio de un deseo inmanente al plano de la existencia de una parte de la masa, la rotura y fisura de la lógica que no ha sido capaz de autonomizar a los sujetos que produjo.
Por otra parte, creo en la generación de una resistencia maquínica que intenta por todos los medios obturar aquella materia que se escapa por las fisuras. Esta resistencia se encuentra organizada en la instauración y el fortalecimiento cada vez más feroz de mecanismos de limitación del flujo deseante. Esos mecanismos, o esa mecánica, han sido desarrollados a lo largo de todo este ensayo. Los mecanismos de limitación del flujo deseante no son más que partes de la misma operación de similarización, la cual no ha producido configuraciones distintas a la de la deseabilidad distraída y a la de la tendencia de la universionalización de la subjetividad.
Insisto en llamar a esta mecánica, constituida básicamente por lo que la estructura de producción capitalística subjetiva no otorgó ni fomentó en los sujetos que produjo durante décadas, mecanismos de fortalecimiento negativo.
Su existencia y operación se da en ámbitos sobre todo relacionados con el funcionamiento institucional de una organización social.
Pongamos por ejemplo la administración pública, como representante material de un sistema institucional, los medios masivos de comunicación como reproductores institucionales y como entes instituyentes asociados a la sobreinformación y a la creación de lo que denomino mantas térmicas socio anímicas.
La sobreabundancia y la hiperestimulación triunfaron sobre la reflexión institucional del sujeto. Por ello se estimula el uso de la subjetividad maquinizada. Ello opera directamente en beneficio de la propagación de la universionalización. Sujetos llenos de aparatos y artefactos móviles que les permiten no salirse en ningún momento de la red capitalísticamente configurada, de la subjetividad del deseo hipersaturado e hiperestimulado, distraído.
El modo de vinculación que emplea el sistema de lógica social capitalístico con los sujetos lleva a una sensación de continua insatisfacción o incompletud subjetiva, pues la subjetividad constituida bajo este esquema genera y reproduce su trama vincular existencial, su matriz subjetiva de acuerdo a intereses que le son ajenos, pues le corresponden al terreno de la producción de deseos prefabricados, deseos producidos en fábricas y no en teatros, al decir de Deleuze.
Estos intereses, guiados por los mecanismos de funcionamiento negativo que se implantan en la subjetividad y en sus productoras, conducen al sujeto a producir su existencia de una manera full time en donde el deseo que se consume con cada esfuerzo y con cada latido creativo es el deseo ajeno, administrativo, prefabricado, el destinado a ser consumido por el deseo de ese tipo de consumidores.
Walter Benjamín pensaba que el deseo y la mediación del lenguaje eran una especie de amantes, lo cual probablemente haya sido cierto hasta que el lenguaje, el tiempo en el que ocurre la expresión del lenguaje (la historicidad, el tiempo actual en el que el lenguaje se vuelve expresión del deseo y esa expresión es y será única en la historia de la eternidad) se mediatizó.
Benjamín cree que la mediatización es aquel proceso por el cual el lenguaje pierde esa propiedad mediatizando a los sujetos a través del lenguaje y no en el lenguaje.
Por ello la instructiva de existencia actual recuerda frecuentemente la sensación de incompletud, lo cual no es otra cosa que un conjunto de palabras gritadas correspondientes a un deseo olvidado, distraído.

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