Hola. Voltaire señalaba a quienes andaban por las mismas tierras que él , que la virtud tiene que ser ejercida por amor y no por miedo (Ver Fraude, en su Diccionario Filosófico).
Bien venidos a Tintas y Trazos.


Leandro Trillo.


miércoles, 1 de junio de 2011

DISCURSO Y DESEO EN LA LÓGICA CAPITALÍSTICA - LEANDRO TRILLO - FRAGMENTO 14

Modelo capitalístico de configuración de la subjetividad.

El modelo de constitución subjetiva que se viene planteando como existente crea, principalmente, sujetos maquinizados, los cuales poseen un mapa genético de su capacidad deseante propicio para desarrollar sus vivencias en el territorio de lo necesárico, de la distracción del deseo y, por ello, en el sendero de la tendencia a la universionalización de la subjetividad. Uno de los más interesantes ámbitos de observación se encuentra en el cuerpo. Otro, como ya ha sido esbozado, en la dimensión del discurso.
En ellos se posa todo aquello que se corresponde con la lógica necesárica y capitalística. La sed es necesárica. El concepto de necesárico le da significado a aquellas tentaciones del mundo social implantadas en la subjetividad y en la dimensión de la capacidad deseante que corresponden preferentemente al deseo artificial antes que a la necesidad psicológicamente entendida. Pero debido al modo en el que se introducen en la subjetividad, en el cuerpo, a través de la mediatización de los deseos y de las necesidades y la hiper-estimulación, se convierten repentinamente e inconcientemente en deseos necesáricos. Este estado actual de la figura de los deseos porta una importante intensidad ante la carencia. Fuerte ansiedad.
La naturaleza resulta insuficiente, no alcanza para saciar esa sed necesárica. Un ejemplo llamativo ocurre con la gente que vacaciona o pasa pedazos de tiempo en espacios desconectados y alejados de la civilización, de la saturación sensorial. La tranquilidad y la desconexión producen carencia necesarística, un cese no absoluto de la hiper-estimulación que produce aburrimiento. Pone en jaque al acostumbramiento de la consumición necesárica. En esa situación hipotética confrontan modalidades subjetivas, acostumbramientos, vivencias de intensidades diametralmente opuestas.
Se desarrollan aperturas perceptuales que se refieren a poder pensar en diversas y mutadas intensidades en los procesos de detectar necesidades y deseos y que crean algo que, sin ser cada uno de los mencionados deseo y necesidad por separado, es aquello constituido y/o fabricado por ambos. La lógica capitalística abrió la posibilidad de pensar este amalgamamiento artificial de la constitución de la subjetividad y de la conducta.
Ahora bien, es necesario en algún punto remitir o situar este fenómeno en diversos sectores sociales, debido a que la estructura capitalística está basada en la marcación constante de las diferencias entre clases sociales. Esa es la intuición de Marx a la que no siempre es conveniente utilizar para tildar de ideología y nada más.
¿Qué tipo de relaciones sociales ligadas a este sistema ocurren en sectores comúnmente llamados marginales?
En forma de paréntesis se dirá, y refiriéndome a la figura conceptual de la tendencia a la universionalización de la subjetividad, que la expresión “sectores marginales de la sociedad” es una expresión funcional a la lógica capitalística. Por eso uno de sus fundamentos es marcar y acrecentar las diferencias, sobre las que luego, como difícilmente pueda ser de otra manera, se posará a trabajar el discurso, generalmente a través de la herramienta de los juicios diferenciales.
El discurso, así planteado, no nombrará otra cosa que lo que la lógica en la cual encuentra su configuración le permite.
La concepción de progreso entendida en el contexto capitalístico está signada, de acuerdo a sus efectos de funcionamiento, por acrecentar la diferencia de clases. Lo que resulta ciertamente más complicado de entender es que aun siendo portadores o actores cualesquiera de ese esquema de referencia, nadie deja de pertenecer a la producción tendiente a la universionalización de la subjetividad.
Retomando aquello que posiblemente ocurra en esos sectores (todos los sectores de la sociedad son sectores marginados con respecto a los demás. La marginalidad de los sectores es una trampa del glosario lingüístico de las relaciones sociales capitalísticas), es oportuno mencionar que todos los miembros de cada sector (llamémosles marginados no sin olvidar el engaño lingüístico) se encuentran bajo los esquemas de funcionamiento de esta lógica. Varían las formas, ligadas siempre a la posibilidad real de consumo de deseos pre-fabricados y al poder ejercido por las estrategias de hipersaturación de la experiencia. De lo que ningún sector se mantiene ajeno es de la experiencia de saturación, más allá de su capacidad de consumo.
Lo escrito hasta aquí es dable de ser analizado desde una lectura referenciada en la fenomenología del mundo burgués. A pesar de ello, y por vagas diferencias de aplicación de la lógica capitalística, todos los conjuntos sociales formamos parte de un macro conjunto social. Hacemos al mismo sistema. Quizás plantear eventuales divisiones, o la lucha de las clases como motor de la historia, sea algo relacionado a los vencedores y vencidos del sistema social capitalista.
Eduardo Gruner sugirió que constituye una dificultad inusitada interpretar la sociedad por fuera de ciertos esquemas de interpretación instituidos. Se refiere a Niestzche, a Freud y a Marx. Esos esquemas hicieron algo más que instituirse. En todo caso realizaron una institución fusional que resulta extremadamente dificultoso sacar del juego social de instituido-instituyente. Ésta resulta una problemática, más que teórica, de paradigmas de pensamiento. Sin embargo no es ella el objetivo a abordar en este estudio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario