RODRIGUEZ RICOCHET AGARRANDO UNA METÁFORA
“… con esa claridad que brinda la luz de una sola vela en una sala amplia”. Alejandro Dumas había hallado tal observación súper precisa y Rodríguez Ricochet se enteraba de ella en ese momento de la noche. Estaba en la cama, no se había desvestido, ni había comido nada desde el mediodía. El mecanismo a través del que se introyectan las cosas se da, o por repetición disciplinaria o por imitación inmediata, espontánea, fundada en una intuición desmedida, como inconmensurable. Pues ahora prestaba excelsa atención a la claridad que brindaba su solo y amarillento velador. Lo asombroso es que pensó/intuyó que pudo divisar la claridad de Dumas perfectamente. Y así la introyección habrá pasado y perdídose en el tiempo. Ahora, estamos hablando de otra cosa, mucho más nuestra ya.
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