Hola. Voltaire señalaba a quienes andaban por las mismas tierras que él , que la virtud tiene que ser ejercida por amor y no por miedo (Ver Fraude, en su Diccionario Filosófico).
Bien venidos a Tintas y Trazos.


Leandro Trillo.


miércoles, 27 de abril de 2011

DISCURSO Y DESEO EN LA LÓGICA CAPITALÍSTICA - LEANDRO TRILLO - FRAGMENTO 2

El contexto de lo hiper. La hipersaturación y la hiperestimulación.

Son de fundamental importancia para los patrones de funcionamiento de la lógica capitalística los fenómenos de hiperestimulación e hipersaturación de la subjetividad. Más adelante se trasladará la hiperestimulación y la hipersaturación al territorio del deseo de una manera conceptual.
Con respecto a este tipo de fenómenos será oportuno considerar aportes de Ascolani, Corea y Lewkowickz para hacer referencia a ellos.
Para el primero, la sociedad capitalista, cuyos signos son la fragmentación de las experiencias, de la percepción, de las relaciones con su burocracia, con sus profesionales-especialistas, nos produce como sujetos disociados de múltiples maneras por esas máquinas que nos obligan a funcionar en paralelo a sus propios regímenes.
Los segundos expresan que las prácticas cotidianas están saturadas de estímulos; entonces, la desatención o la desconexión son modos de relación con esas prácticas o esos discursos sobresaturados de estímulos. Así, la desatención (o la desconcentración), por consiguiente, es un efecto de la hiperestimulación: no hay sentido que quede libre, no tengo más atención que prestar. En la subjetividad contemporánea predomina la percepción sobre la conciencia.
Otro fenómeno, de índole mediática, que puede ser tomado como ilustración, en el marco fronterizo de la hipersaturación y la hiperestimulación, concierne a las figuras mediáticas. Este mecanismo del sistema ha conseguido la introducción de las figuras mediáticas en el seno de una institución imaginaria como es el éxito. Lo representan como ideal, como objeto imaginario-institucional. De esa manera, la hiperestimulación continua del deseo que opera las veinticuatro horas del día despierta una cierta dificultad para efectuar la denominada operación subjetiva de desconexión de la atención de los esquemas hiper-estimulatorios.
En otras palabras posiblemente signifique una dificultad para grandes sectores de los agrupamientos civilizados poder destinar pedazos de tiempo y de atención a eso que llamamos deseo, entendido como fuerza de la subjetividad o motor de la voluntad y de la singularización.

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