Hola. Voltaire señalaba a quienes andaban por las mismas tierras que él , que la virtud tiene que ser ejercida por amor y no por miedo (Ver Fraude, en su Diccionario Filosófico).
Bien venidos a Tintas y Trazos.


Leandro Trillo.


lunes, 19 de septiembre de 2011

PRÓLOGOS ERRANTES

PRÓLOGO VIII


En algunas oportunidades
supo intuir el poeta
que detestó el tiempo en el que nació.
Frecuentemente se detuvo a pensar
que sería digno que se los presentase.
Pues de seguro ese encuentro
sería el arquitecto de la expresión de la soledad
habitada entre dos.
Sin comunicación.
Sin cuerpos.
Sin señales que den cuenta el uno del otro.
Dos profesores
a los cuales es igual llamar alumnos
con nada por saber
y con nada sabido.
Dos puntos.
De ninguna manera referencias.
Atravesados por nada
pero unidos.

Si los presentaran
todo les sería dado.
Todo les sería oportuno
y digno de ser creado.

Este boceto.
Cree desear describir aquello
de lo que no puede separarse.
Eso es el discurso.
La pretensión de hacer agonizar
a lo que está agonizando desde que nació
y a lo que agonizará
hasta que la facultad de enunciar desaparezca.
Lo digo presente, como el poeta
descocido, en estado de putrefacción.
Lo digo crucificado.
Sin sangre ni rencor.
Lo creo.
Lo digo casi muerto.
Sin esperanza de resurrección.

Muero en el estado del que quieres sacarme
y que te resulta imposible.
Pues para ello
odio deberá ser amor.
Deberé olvidar
aquello que me ha tomado
de una vez y para siempre.
Ese amor convencional.
Cicuta que debe resistirse
a quemar los órganos.
Cicuta con forma de conocimiento
que para ser tal debe quemar el alma
la fe y la expectativa.

La experiencia de la vida no es una labor administrativa.
Sin embargo declino ante esta labor
que no implica ni contrato ni obligación alguna
y que rasga mis vísceras
a través del uso irrelevante
y por eso filoso de las palabras.

Por ello,
junto al poeta ajado,
puntos atravesados y hechos por la nada,
resolvemos:
Olvidar que alguna vez intuimos
que ambos podríamos sostener el peso de nada.
Abandonar identificaciones
Abandonar ese peso insostenible
Resignar el uso de la piel sin lados
que deja que todo ingrese
como si fuera un receptáculo vacío o un pozo ciego
pues ese pozo
adonde todo caía
y que hoy cierra su boca
no puede devolver ya más que la mierda
que tanto ha caído en él.
No obstante ello,
y mientras la derrota se acepta
albergo una espera.
Sin musas.
Sin ojos ni manos.
Sin capacidad de afecto.
Sin espejos adonde ver reflejo alguno.
Espera.
Anhela que aquello inmortal
resucite de su muerte transitoria.
Pues sabemos con el poeta que
aquello que nos obligó a cometer
el asesinato de nuestro deseo
es apenas una versión de la historia
por la cual hoy nos sentimos vencidos.

Ambos sabemos que en este momento
en el que las vísceras se están pudriendo de asco
en el que los olores indeseables afloran por la cabeza
en el que las palabras no significan a nada
en el que los sonidos de un instrumento
expresan descargas nerviosas,
en este momento
hay un vencido que habitará el dominio efímero del tiempo.
Y hay, lector,
lo escribo con las ruinas de un deseo
y con la vivencia de un velorio,
un vencedor inmortal.
Atravesando tres días de muerte.
Seis millones de hombres aniquilados.
Treinta mil desaparecidos.
Tramas e historias incomprensibles.
La sapiencia de una parole innecesaria.

Espera.
Avocado a ella
transcurrirán los días necesarios
en los que nada podrá sucederme.
Como a los habitantes del tiempo que el poeta odió.

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