tag:blogger.com,1999:blog-61669314162395584032024-03-12T20:34:39.527-07:00TINTAS Y TRAZOSleandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.comBlogger113125tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-18300871122170991322011-12-27T20:08:00.000-08:002011-12-27T20:10:48.029-08:00PROLOGOS ERRANTESPRÓLOGO XXVII<br /><br /><br />Es posible sospechar que la escritura de un prólogo errante demanda una sencilla tarea debido a que puede escribirse en él acerca de la relación que cualquier cosa podría mantener con cualquier otra. Sin estar totalmente de acuerdo con ello creo estar en condiciones de poder afirmar tal sentencia si la observación respecta y concierne a este conjunto de prólogos. Sin embargo, como he tratado ya de insinuar a través de fiel lenguaje mío, une y principalmente separa a cada uno de ellos una relación que resulta oculta al ojo del observador. La desconexión entre imágenes, encuentros y palabras deviene conexión al estilo de un enlace intrínseco, inmanente, desconocido y no mirable.<br />Las hojas en blanco en principio son habitadas por intuiciones sucias merodeadas por un enjambre de moscas que se posa molestamente sobre ellas. La borrosidad mental o psicológica que pretende trasladarse de un solo movimiento a la hoja en blanco huele a humedad. Las hojas en blanco se relacionan con el temor. Las hojas en blanco son todos los prólogos del mundo.<br />Este conjunto de prólogos errantes y éste prólogo en particular no ocultan el zumbido de moscas ni la humedad que envuelve a la textura ni el temor ni el escenario en el que se actúa la obra. Comienza a aparecer el alba de una intención de cierre.<br />Este prólogo intuye el estado de un deseo y el seguimiento administrativo de sus tiempos, de su cronología, de su existencia, de sus decires y de sus no decires. El deseo está hecho también de tiempo. Este prólogo ha mostrado que cree en la posibilidad de indicar algo así como un final. Seguir llenando hojas en blanco infinitas cuando lo errante adopta y sugiere nuevas formas y cuando el cuerpo trae la intuición de algos realmente desconocidos se constituye inservible y tiene la apariencia rancia del pecado en lo que respecta a la erraticidad de los prólogos. <br />Llega el momento, estimado Heráclito, en el que el escritor de prólogos errantes comienza a ser bañado por las aguas demasiado conocidas del mismo río que desconoció tiempo atrás. <br />Hasta aquí la atención prestada a la desconexión que hace a la vez de su opuesto. <br />No se si los textos cumplen alguna función en los interiores, pero si así fuera, los prólogos errantes han cumplido ya. Han hecho de una serie de algos que divisó por allá, por las alturas y por los abismos, una especie de esquema no poco arbitrario y no poco ajeno a causa de una extensa y espesa cercanía. Si la función de los prólogos errantes fue divisar algos y tomarles una fotografía a través de una cámara de fotos que registra palabras y cadáveres lingüísticos, debo confesar, ya en el extraño papel de autor, que el diccionario que me nutre se ha acrecentado al fin. Las búsquedas y las no búsquedas han llegado a un acuerdo transitorio. Ese acuerdo es este ocaso y este amanecer. <br /><br /><br />Leandro Trillo.<br />Viedma, Febrero de 2009 – Febrero de 2010.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-24345698522919953962011-12-23T06:21:00.000-08:002011-12-23T06:23:01.663-08:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO XXVI<br /><br /><br />I<br /><br /><br />El hecho es conciso<br />Como cualquier otro <br />Como cada uno de todos.<br /><br />El hecho contiene lo irritante<br />Demanda una nueva intención<br />Una nueva posición en el cosmos.<br /><br />El hecho es misterioso<br />Como un encuentro o como un no desencuentro<br />Libera algos. <br /><br />El hecho es el diagramador <br />Gama de posibilidades perpetuas<br />Registradas en la fiscalía verdadera.<br /><br />El hecho no admite arrepentimientos<br />Ni desde la superficie <br />Ni desde más arriba de ella.<br /><br />El hecho posee no palabras <br />No pueden ser sustituidas<br />Así el hecho que reproduce la memoria es siempre el mismo.<br /><br />El hecho a hecho a lo que se ha hecho.<br /><br />El hecho ha sido justo e injusto<br />Valiente y no cobarde y no valiente y cobarde<br />Y ha dejado de ser reflejos telenovelescos.<br /><br /><br />II<br /><br /><br />El hecho me halla pensando en aquella<br />que me ha mecido como a un bebé<br />mientras soberbiamente creí en la grandeza.<br />Ese tamaño ha tenido mi fortuna.<br /><br />Ahora,<br />que he vuelto a ser un niño <br />zambullido en esto <br />despalabrado,<br />tal vez sea conveniente crear con aquello <br />un recuerdo borroso y lejano<br />en donde habiten moscas y cosas sucias y húmedas<br />y no su gesto ni su miel abundante.<br /><br />Como si un recuerdo adonde no se puede entrar <br />me protegiera de algunas ausencias.<br /><br />El hecho no acepta preguntas.<br />El hecho es inevitablemente extrañarte.<br />Este desamparo es su reverso.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-87777544218085565022011-12-20T10:46:00.000-08:002011-12-20T10:47:54.660-08:00PROLOGOS ERRANTESPRÓLOGO XXV<br /><br /><br />Tu paz y tu caos<br />Percibir no exige esfuerzos<br /><br />Algo más que egos<br />insostenidos e insostenibles<br />deberían unirnos<br /><br />A ti <br />que te esfuerzas por dar a conocer<br />el relato de una desdicha pasajera<br /><br />A mi<br />que me he convertido en un espejo<br />sensible a lo de afuera y a lo de adentro<br /><br />El egoísmo no es virtud<br />en manos de egoístas incautos y distraídos<br />Lo convierten en no puente<br /><br />Tu paz y tu caos<br />Están siendo <br />un producto<br />la apariencia de un personaje que se mal imita a sí mismo<br />el pronunciamiento de palabras vacías<br />la certeza de la imposibilidad<br /><br />Quiero pedirte cosas por favor<br /><br />Te encuentro y te veo en un encierro<br />En la prisión de la que solo los deseos pueden escapar<br />En la decisión de querer que te juzguen<br />lo cual no hará otra cosa que condenarte desde adentro<br />a la compañía de las moscas y de los estúpidos<br /><br />Por ahora tu obligación es espesarte y esperar<br />Nuevas figuras serán pinturas libres<br />Tu retrato<br /><br />Según un cuento has elegido un relato<br />Te priva del lugar en el mundo <br />que tratas de mostrar que crees buscar<br /> <br />Por favor deberías desconectar un instante<br /><br />Te muestras incontenible<br />No sabemos en verdad quien eres ni que nombre llevas<br />Creemos que no lo quieres compartir <br />con nadie de esta tierra<br />Pero solo lo creemos<br /><br />Duerme con tranquilidad<br />pues no queremos saber ya verdad alguna<br />y hemos decidido la ignorancia<br />ante desdichas ficticias<br /><br />Las ficciones te han rodeado<br />Te han cocido<br />Te están incomunicando<br /><br />Te has mirado a un espejo<br />y te ha devuelto una imagen<br />Su materia son trazos y palabras<br /><br />Tu reflejo<br />Tu oración<br />El absurdo monolitoleandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-16527483517579241262011-12-16T04:21:00.000-08:002011-12-16T04:23:09.541-08:00PALABRISTAS INVITADOS: EL PERRO LOCO (PARTE II) Por José Alberto AntenaoEL PERRO LOCO (PARTE II)<br /><br /><br />Trataba de escapar.<br />¡Cómo quería huir esa noche! No podía.<br />Tampoco ayudar al viejo.<br />Desde el "pozo" se oían sus gritos.<br />Retumbaban en los pabellones.<br />Calaban en mis huesos, perforaban mi cabeza. Un grito también salió desde mi pecho, como un mar de lágrimas.<br />La tormenta había llegado, tarde. Un trueno se mezclaba con el dolor de Roberto. Hasta que solo se oyó la lluvia.<br />Los días siguientes no salí. Me quedé encerrado, aun más. Mi compañero ya no estaba. Murió en una riña de internos, dijeron. Al Perro tampoco se lo vio recorrer esos húmedos pabellones.<br />Hasta que otra vez estaba entre nosotros, los reos.<br />El sabía que lo odiaba y sabía que me iba a sobrar la muerte de Roberto.<br />El Turco me dejó entre mis ropas una cuchara. Tenía el cabo afilado. Parecía un cuchillo, era la especialidad de su grupo. Por una bolsa de tabaco conseguían lo que pidieras.<br />Lo guardé entre mi pantalón y me fui al comedor.<br />Me senté. No iba a comer. No podía comer. El Perro entró y se dirigió hacia mí. Su mano izquierda vendada, en la otra su garrote con el que iba golpeando la banqueta, hasta pararse detrás.<br />-Tu perrita gritaba como un cerdo, me dijo cerca de mis oídos. Los demás guardias a lo lejos dejaban hacer. También le temían.<br />-No le quedó un hueso sano, lo sacaron con la pala y la escoba para ponerlo en el cajón, seguía susurrando detrás de mí.<br />Mi mano se introdujo dentro de mi pantalón, para luego ensartarle en su estomago el arma que me había facilitado El Turco. <br />Los demás guardias no notaban nada, pues su grito se atragantó en su garganta. Mi mano salió para entrar en su cuerpo por segunda vez, tercera vez. Hasta que cayó. La sangre brotaba, un silbato retumbó en el comedor y una lluvia de bastonazos caía luego en mi cuerpo. El Perro agonizaba.<br />Desperté cuando se abrió la puerta del "pozo".<br />No había muerto como Roberto. Lo hubiera preferido.<br />El Perro ha pagado por sus muertes. Yo también estoy pagando por las mías, dentro de estos muros. Estos que verán como mi piel se arruga, como mis huesos se achican. Lleno de soledad.<br />Hubiera preferido la muerte. Esa libertad de Roberto.<br />Pero no.<br />Yo también tenía que pagar.<br /><br /><br />FINleandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-80881506614740051152011-12-13T05:35:00.001-08:002011-12-13T05:35:49.610-08:00PALABRISTAS INVITADOS: EL PERRO LOCO (PARTE I) Por José Alberto AntenaoEl ruido del silbateo hizo sobresaltar mi cuerpo cansado. Ese cuadrado parecía que se hacia mas chico, mas aplastante. El olor a humedad se mezclaba con la brisa que entraba por la pequeña hendija que hacia de respiradero. La luz tenue, como siempre.<br />Se asomó golpeando su bastón contra los hierros fríos. Esa risa mostraba el goce de haber experimentado el mayor de sus placeres. En el pueblo lo conocían como "Perro loco", por sus andanzas nocturnas.<br />Roberto me había contado que en una de esas terribles noches el viejo Tolomeo tuvo la desgracia de cruzarse en su camino.<br />Lo golpeó hasta apagarle la vida y terminar bañado en sangre. Aun así seguía golpeándolo y produciendo gritos perdidos, ensordecedores.<br />Nunca pagó.<br />Terminó en este antro, pero para poder tener mas libertad de saciar su hambre de violencia. Roberto los conocía.<br />El guardia, Perro loco para el pueblo que le temía, apoyó sus brazos sobre esas barras que me separaban de su cuerpo, tan mal oliente como soberbio. Podía ver su mano izquierda vendada. El me miraba como gozando mi rabia interna.<br />-Prepara la suite Peralta, vas a tener nueva señora, me dijo, para ir retirándose con una carcajada.<br />Mi bronca brotaba por mis poros. Mis puños chocaron contra la pared violentamente.<br />Todo había empezado aquella tarde. El calor apretaba, parecía quemar las paredes que surcaban nuestros caminos, nuestra libertad perdida.<br />Roberto, un hombre avejentado por el encierro, era una persona a la que le gustaba fumar mucho. Ojos redondos, claros y a la vez tristes. Cuerpo empequeñecido y con marcas del tiempo que ha vivido dentro de estas paredes. Nunca quiso decirme por qué llegó a este lugar. <br /><br />-Encrucijadas de la vida hermano…<br /><br />me decía, mientras prendía el tabaco.<br />Estábamos sentados cerca de la lavandería. Esa tarde su melancolía era enorme. Habíamos hecho amistad desde que él llegó aquí. Yo mucho mas joven, ya cumplía mi perpetua.<br />Su mirada se perdía sobre las nubes que parecían nacer detrás de esos enormes muros. Encendí el último cigarro que me quedaba y le pregunté <br />-¿Qué te pasa viejo? Te veo más tierno que de costumbre.<br />Tomó aire hasta llenar su pecho y me dijo:<br />-Me gustaría ser viento por un rato... y llegar hasta los labios de mi pequeña hija. <br />Sus ojos se pusieron como de vidrio. <br />-¿Sabés? Ya cumple sus quince años y no voy a poder estar, hermanito. <br />Se levantó y se fue.<br />Vi que en sus manos llevaba la foto que me mostró el primer día que llegó a esta mierda. Era su pequeña. Era princesa. Sonrisa calida y de larga cabellera que caía por su hombro izquierdo, de color castaño oscuro. Belleza angelical.<br />-¡Pobre viejo! dijo el Turco que había escuchado nuestra conversación.<br />-vos y yo, Coreano, nos merecemos estar acá.<br />Sacó un pucho y me convidó.<br />-¿Qué sabes Turco? <br />Yo lo miré con curiosidad sentándome cerca para oír con atención lo que tenía para desembuchar.<br />Exhaló el humo y tiró la colilla y empezó a contarme la historia de Roberto. <br />-El viejo, ya te dije, no merece estar acá. A la pequeña, un hijo de puta le rompió toda su niñez. Roberto solo no pudo contener tanto odio. Cuando llegó y vio lo que le hacia, se volvió loco y perdió todo sentido de realidad. Lo mató, Coreano. Pero antes lo hizo sufrir como perro. La niña termino internada por un largo tiempo sin poder volver a pronunciar una palabra, dicen que aun sigue sin hablar, el pobre viejo cayó en este infierno.<br />Toda esa escena se figuraba en mi cabeza. No podía imaginar al viejo haciendo todo lo que me contaba el Turco. Nosotros si nos merecíamos este lugar.<br />Una tormenta afloraba desde el este. Empezaba a oscurecer. Los muros ardían, parecían llamas quemando nuestras culpas.<br />Cuando entré al comedor, el mismo olor hediondo de siempre. Las luces sobre nuestras cabezas, las moscas sobre ellas, los guardias en sus lugares.<br />A mi costado estaba Roberto, con la misma melancolía que acarreaba desde temprano. Frente a nosotros la comida. La miraba, no iba a comer.<br />Perro loco había entrado a la galería. Su cara se desdibujaba cuando inhalaba ese polvo blanco, el cual yo conocía muy bien. Su rostro transpirado. Su pelo era acomodado por sus manos temblorosas. Su mirada buscaba una victima.<br />Roberto lo era esta vez. Su labio superior dejo ver sus dientes. Se dirigió hacia el viejo que aun sentado, parecía en otra parte.<br />-¿Sabes una cosa? Conocí una preciosura esta mañana, dijo sentándose sobre la banqueta al lado de Roberto.<br />-¡Tiernita!, aunque ya esta desflorada me dijeron. La muy putita me invitó a su cumple de quince, parece que le calientan los uniformados. <br />Sus labios dejaban escuchar un ruido que perforaba los oídos del viejo, una sonrisa que podía hacer vomitar a cualquiera.<br />Yo sabía lo que venía, me levanté y le dije:<br />-¡Déjalo en paz! <br />Me miró con esos ojos perdidos y exorbitados.<br />-Hay Peralta, Peralta… ¿Vos sos la señora o esta vieja andrajosa hace de tu perrita?, y otra vez esa burla que retumbaba en la galería y que los demás guardias no parecían escuchar.<br />Sacó su bastón. Con él me obligó a sentar. Volvió a su victima natural de esa noche. Sacó de su bolsillo un papel arrugado, y otra vez esa fastidiosa e irritable risa.<br />Roberto temblaba, sus labios estaban tensos. Sus dientes rechinaban.<br />-Mirá viejita, te presento a mi futura noviecita. <br />Levantó ese papel. Era la foto.<br />De los ojos de Roberto comenzaron a caer unas lágrimas y su rostro se transformaba por la impotencia. <br />-¿No es bonita?, preguntaba el Perro, mientras pasaba su lengua sobre la imagen de la niña. Roberto estalló.<br />Se abalanzó sobre el Perro a los gritos. <br />-¡Dame esa foto hijo de puta!<br />El guardia cayó sobre la mesa tirando los platos por el piso. Los demás guardias oyeron. Corrieron en ayuda. Tomaron de los brazos al viejo, este pudo saltarse y tomar un tenedor que se clavó en la mano del guardia.<br />-¡Nooooo, Roberto!, solo pude gritar.<br />-¡Estas muerto viejo! ¡Estas muerto!, gritaba el desquiciado.<br />A Roberto lo llevaron al "pozo" y a nosotros a nuestras celdas.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-23509122426931745222011-12-05T08:19:00.001-08:002011-12-05T08:19:30.580-08:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO XXIV<br /><br /><br />No haces sino dejar un registro en<br />este acto que nos encuentra aquí<br /><br />Esto <br />al igual que todo es<br />otra versión de la historia de<br />aquél que no deliberadamente ha sido eyectado al mundo<br /><br />Es la única verdad <br /><br />Nada de lo que se debe hacer es cierto han<br />dicho<br /><br />Nadie lo sabe<br /><br />Ni los políticos<br />Ni los encargados<br /><br />Tal vez los que esperan sepan <br />algo que jamás contaran<br /><br />Tal vez los poetas y los artistas sin<br />duda los más listos de todos también <br />sepan algo aunque<br /><br />Ellos están condenados a intentar y todos<br />somos artistas te<br />agrade o no agrade<br /><br />Nadie lo sabe<br /><br />Vamos, por favor<br />No me digan que me debo a<br />la rutina y el casamiento otro<br />es el destino que siempre nos ha esperado a<br /><br />Uds, que creen en el destino a<br />Uds, que no <br /><br />Saben que otra es la misión valientemente <br />la llaman posibilidad<br /><br />De ella se apoderan <br />A ella obsequian sus logros y sus fracasos o<br />En tu lengua<br />A ella adoran cruce<br />inevitable de sol y noche hija <br />de Caos y Eros.<br />De otra manera no podría haber sido.<br /><br />Poeta tú<br />que poetizas porque sabes <br />únicamente que debes esperar<br /><br />Yo me ofrezco a cobijar tu<br />dolor angustia tu tu éxtasis conocimiento innato tu <br /><br />Lo comprendo <br />Lo comparto<br /> <br />Ruina y columna de mí. <br /><br />Ese es mi gesto.<br />El tuyo es tu poesía.<br /><br />Los registros de la historia que conoces son <br />todas las formas posibles de decirlo.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-56056095887916012942011-12-02T03:28:00.000-08:002011-12-02T03:29:59.086-08:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO XXIII <br /><br /><br />Ya se ha hecho para mi inevitable realizar una serie de consideraciones referidas a la estructura de estos prólogos errantes. Será azarosamente oportuno decir que cada una de estas obras, que en apariencia así se manifiestan, constituyen un prólogo dentro de otro prólogo, razón por la cual todas las obras de este cuaderno llevan por nombre el mismo título, o, si se prefiere variar la manera de acercarse a estos apuntes, se podría decir también que no hay obras en este libro, sino que todo lo contenido aquí es un solo prólogo, un solo cuento, un solo poema, un solo relato, la diagramación de una sola epopeya que pueda ser quizás habitada en un solo día o hasta en un solo instante.<br />Hasta el momento de mutar a esta idea, cada obra llevó un título y, de alguna manera, una marca que dividió a una de la otra como si se tratara de cosas dichas por personas que ningún aspecto de la existencia han compartido jamás. Así devino la escritura de este vomito hasta que me percaté de que las cosas que leía podrían tranquilamente pertenecer a mis recuerdos y a mi historia y ser de esa manera una cadena indiferenciada de relatos de lo que puede ocurrirle a una persona en un breve lapso de tiempo. Por ello mismo cada uno de los escritos que fueron aparentemente separados en un principio conformaron uno solo después. Como un disco de música. Como ocurre, inexorablemente, con todo lo que sucede a través de un día cualquiera.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-70957127972410892062011-11-29T03:38:00.000-08:002011-11-29T03:39:56.943-08:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO XXII<br /><br /><br />Hoy<br />que el día ha teñido a todo de azul<br />y que el reloj de la luna y el sol ha dejado de funcionar<br />no he podido evitar pensarla.<br /><br />Ello implicó enjuiciar decisiones<br />pues no nos abandonamos por causas cobardes ni injustas.<br /><br />El añejo ocaso se torna negro de golpe <br />más allá de la conciencia <br />con la que las decisiones son elaboradas.<br /><br />Su nombre y sus fantasmas me rodean.<br /><br />Su cuerpo es motivo de canibalismo para mi <br />Nuestra mitología <br />cuna de nuestro todo<br />ha dejado de fabricar dioses<br />ha acallado el relato de recuerdos<br />ha hecho que el mundo cese<br /><br />Ahora cada decisión implica menos que antes.<br /><br />Desde que nos abrazamos por última vez<br />he estado viviendo en salas de espera.<br />Ya no cito al deseo tanto como antes.<br />Recordar ha logrado asustarme.<br /><br />Si no recordara que nos hemos separado<br />y si hubiera olvidado nuestro tiempo inconmensurable <br />nos uniría quizás otra historia<br />tal vez más bondadosa <br />pues los viajes<br />nos habrían deparado otros puertos y no estos<br />que constituyen nuestro manicomio y nuestra alcaidía. <br /><br />¿Cómo saber ahora otras cosas?<br /><br />Prisionero de los recuerdos de lo que fue presente<br />Te escribo<br />Te saludo<br />No pudiendo dejar de recordarte<br />Ni de revisar escrituras anteriores<br />grabadas en las imágenes que conforman la mente.<br /><br />Me poseen abrazos para darte <br />Se convierten en deseos<br />Me atormentan los abrazos que tengas para darme<br />Para mí mutan <br />de recuerdo a deseo a necesidad.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-9254515785201720182011-11-18T05:05:00.000-08:002011-11-18T05:06:27.559-08:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO XXI<br /><br /><br />Allanamiento fallo libertad condicional recurso de amparo desalojo dictamen fiscalización penalidad calumnias injurias represión casuística artículos convenciones jerarquía declaraciones universales pactos internacionales protocolos civil delito genocidio eliminación de la discriminación tortura penas derechos del niño orden de conductas ética normas valor formalidad fuerza normativa la validez y la vigencia reglamentaciones resoluciones interpretación de la constitución el techo ideológico reforma de las leyes régimen político leyes injustas interpelar distribución de los recursos el control institucional burocracia principios normas plexo de valores supremacía la doctrina jurisdicción de facto inconstitucionalidad corrupción derechos humanos asilo político refugiados prisión domiciliaria expulsión inclusión personas jurídicas vigilancia y castigo soberanía subordinación competencia entidad organismo defensa representación juzgar legalidad razonabilidad libertad igualdad violaciones.<br /><br />He allí los significantes con que es significada la democracia que no sabe cabalmente cómo quisiera ser pensada.<br /><br />La enumeración es escueta.<br />No faltará quien le agregue <br />un juego de conceptos filosóficos<br />o un poco de deseabilidad.<br /><br />Allí<br />en aquel entonces<br />los chamuyos se convertirán.<br />Serán espejos adonde poder mirarse.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-55708900725246826402011-11-14T04:16:00.000-08:002011-11-14T04:17:37.234-08:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO XX<br /><br /><br />Hijo<br />Ya, no te voltees hacia esa rama<br />Ni comas de su alimento ni te abrigues con sus brazos<br /><br />Perdón padre<br />Perdona mis pecados<br />Tú, que eres más que yo<br />Tú, que adivinas y reglamentas <br />mis goces y mis placeres<br />y conduces y explotas<br />mis penas y mis temores<br />perdona mis pecados.<br /><br />Niño<br />Ya, ten cuidado con esos muchachos<br />No bebas de sus botellas ni les digas adonde vives<br /><br />Perdón agente<br />Disculpe mis faltas<br />Ud., que no las comete<br />Ud., que castiga mi inocencia en lugar de oírla<br />olvidando que alguna vez jamás quiso hacerlo<br />y que sabe que el universo no solo le es ajeno<br />sino que también será su juez y su testigo<br />disculpe mis faltas.<br /><br />Sr.<br />Ya, pague sus impuestos atrasados<br />de otro modo no estará cumpliendo con sus deberes<br /><br />Perdón Presidente<br />Considere mis evasiones<br />Ud., que no las ejecuta ni exime<br />Ud., que no se defeca sobre mis sueños <br />ni sobre los de mi tribu<br />utilizándonos luego para limpiar sus sobras<br />Ud., que posee el deseo de hacernos una región mejor<br />Disculpe mis evasiones.<br /><br />Perdón<br />poeta, artista, filósofo <br />que celebra y que salva<br />perdón<br />perdón.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-4995984444160460372011-11-12T05:46:00.000-08:002011-11-12T05:48:09.642-08:00PROLOGOS ERRANTESPRÓLOGO XIX<br /><br /><br />¿Dónde estabas?<br />Los teléfonos han dejado de funcionar<br /><br />¿Dónde estabas?<br />La maniobra fue descubierta<br /><br />¿Dónde estabas?<br />El aburrimiento fue angustia<br /><br />¿Dónde estabas?<br />Pasar tiempo solo es extraño ya<br /><br />¿Dónde estabas?<br />No encontré palabra capaz de definir<br /><br />¿Dónde estabas?<br />Quemé los diccionarios de mi biblioteca <br />y me quedé sin lenguaje<br /><br />¿Dónde estabas?<br />dios rescindió el contrato<br /><br />¿Acaso no viniste porque fue feriado?<br /><br />¿Dónde estás?<br />Aconsejame<br />he perdido la bondad en las intenciones<br />he experimentado una intensidad arrolladora<br />y estoy siendo vencido aún tras haber ganado<br /><br />¿Dónde estás?<br />Sostenme<br />resurge totalitarismo intangible, como lenguaje<br /><br />¿Dónde estás?<br />Guiame<br />es necesidad encontrarte<br />encontrar algo<br /><br />¿Dónde estás?<br />Por favor oíme<br />necesito fabricar palabras<br />y que hagan eco en tu cabeza<br /><br />¿Dónde estás?<br />Decímelo<br />Me dispongo a remitirte una carta inconclusa.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-89040963339052235242011-11-01T03:22:00.000-07:002011-11-01T03:24:31.990-07:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO XVIII<br /><br /><br />Es recurrente una sensación de no querer y no poder – lo que ambas voluntades producen conjuntamente - volver a escribir jamás. En ocasiones es una no densidad, sin embargo no liquidez. Una no pesadez, sin embargo una no liviandad. El ámbito de algo jocoso. Esa sensación que propone entender al prólogo, al acto, al hecho, a la obra, como un juego de combinaciones, una estrategia de ensamble de palabras, generalmente inútil, pues nunca, según recuerdo, he hallado correspondencias entre lo escrito, lo dicho, lo sentido y lo no escrito, lo no dicho y lo no sentido. Y tampoco, habiéndolo buscado largamente, he dado con aquel o aquella que haya presenciado ese tipo de encuentro. Se acrecientan constantemente las lejanías y todo, como una ilusión de circo, pareciera estar preescrito. <br />Es solo una óptica. Un no faro, una no novela, la no regularidad del sístole y del diástole. Latidos que laten solo a través de la sensibilidad. Así funcionan seguramente algunos cuerpos conocidos. <br />¿Qué es lo que dice de uno lo que uno no escribe? Misterioso, algo suelto que vaga por el espacio y que no para de latir. Una duda envuelta en misterios me frecuenta no pudiendo encontrar la razón por la que escribo. Sospecho que lo hago por una especie o tipo de diferencia. Me encuentro en un sitio en el que intuyo que solo soy capaz de sospechar. He perdido la capacidad de creer lo que afirmo. Tal vez sea el acto poético la forma más parecida a afirmar algo que insiste siempre, insistencia que halla el límite de su mutación en la forma de la sospecha. La experiencia es devastadora. Quien lleva por nombre Virginia sospecha que perdió las palabras necesarias para describir algunas sensaciones que experimenta. O sospecha que nunca las tuvo y que nadie las tendrá. Quizás escribir no sea una búsqueda y tampoco un intento. Quizás escribir sea una no búsqueda y un no intentar. En ningún caso las metáforas, y éstas en particular, se refieren a la misma cosa. Esa especie de semejanza es una ilusión, como así también lo son los dialectos que pretenden explicar la forma en la que ocurre el pensamiento. Allí, probablemente solo allí, en la conciencia de esa ilusión, encuentre quizás morada el latido, la pulsión de una escritura que deviene no escritura. Como un sueño no sueño. Como un no encuentro que se deja ver a través de lo que conocemos y nombramos como un encuentro. Como un hecho que ocurre en un lapso de no tiempo. Como una pulsión que estimula el acercamiento de palabras a no palabras.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-50986511752559497492011-10-21T05:01:00.000-07:002011-10-21T05:02:24.286-07:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO XVII<br /><br /><br />¿Por qué observaste que vivo tan intensamente?<br />¿Por qué has hecho hincapié en ese acto?<br />Mero.<br />¿Acaso porque crees que me puede pasar desapercibido<br />el envejecimiento de una jornada<br />un marchitar cualquiera<br />o el de mi cuerpo, todo?<br /><br />Tal vez entendiste de mí<br />que creo que hay cosas que no tienen demasiada importancia<br />porque son mínimas y porque,<br />parece, <br />se repiten en nuestro tiempo.<br />Y sin embargo confieso,<br />como si el lector fuera dios,<br />que las admiro como a ninguna otra cosa.<br /><br />Sin buscarlas<br />Sin rozarlas<br />Soy tocado<br /><br />Un montón de cosas y yo<br />llevamos la misma palabra por nombre<br />y juntos somos la intensidad de un mismo deseo.<br /><br />¿Por qué observaste que vivo tan intensamente?<br />¿Cómo vivís? <br />Describe en una carta para mí tu relación con el mundo.<br /><br />El saber, otra vez como una necesidad.<br /><br />No creas que porque el mundo no se expresa en lenguaje<br />no tiene la capacidad de decir cosas.<br />Las dice de una manera tan fuerte<br />que las palabras,<br />atemorizadas <br />pero con escaso respeto,<br />tan solo intentan describirlas.<br />Por ello será <br />otra vez ese cuerpo<br />molesto<br />continuamente sanando<br />porque las palabras<br />casi siempre<br />le resultan no suficientes.<br />No precisas.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-40350505007214518902011-10-17T08:26:00.000-07:002011-10-17T08:28:02.868-07:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO XVI<br /><br /><br />Prólogo de un libro errante de sociología:<br /><br />Estas letras vacías<br />y este polvo en los dedos<br />Estos días innecesarios<br />Esas fantasías<br />Ese devenir <br />temeroso<br />Estos enlaces y estas alianzas<br />incapaces<br />de sombra continua<br />Esos sujetos<br />que me cuidan y me amamantan<br />Aquellos que me roban<br />un estéreo, cinco pesos y un día<br />Esa mancha que se expande<br />Ese calor de invierno<br />que se sitúa en el pensamiento<br />Ese aula<br />hecha de paredes enclenques<br />habitada por payasos y domadores<br />Ese shopping<br />palaciego<br />emerge en esa isla deshabitada<br />en ese desierto<br />Esos regalos<br />de humillante caridad estatal<br />Esa literatura<br />de opinión vaga<br />y esa adulación increíble<br />que nos dirige a otra República de Cromañón<br />Ese conductor y ese panelista<br />Este poeta y este no poeta<br />Ese deseo de Deleuze, el europeo<br />Esas citas de Borges<br />diagrama del delirio<br />La prudencia imposible <br />ante esa estupidez de ignorancia artificial<br />de conocidos protagonistas<br />que no acaban de morir<br />que no pueden dejar de agonizar para poder así renacer<br />Ese verso<br />virgen y anhelado<br />Esa obesidad en el decir<br />esa ceguera que aqueja a los oídos<br />y ese andar avejentado<br />de quienes aun muestran un pedazo de vida<br />o ruinas de lo que recuerdan haber olvidado<br />Esos sentidos estallados<br />como los de quien es abandonado<br />o como los de quien vivencia un reencuentro esperado<br />Ese cigarro dual<br />de humareda subrepticia<br />de músicas singulares<br />y de elixires<br />Ese podio<br />sin terceros ni cuartos ni quintos<br />Esa noticia<br />fláccida<br />que no resalta virtud ni logro alguno<br />Esas huellas<br />tapadas por arena<br />por un éxito indigno y fraudulento<br />y porque sí<br />Ese arte<br />más asfixiado, molesto y demandante que nunca<br />que dibuja dragones y dinosaurios<br />que representa frutos podridos<br />y que entona melodías compuestas por Ares y Enio<br />Esas armas y esos garrotes<br />vestidos por seres de profesión incalculable<br />solo imaginables para esa legalidad<br />inmunda y olorosa<br />que cada vez acrecienta más<br />su deuda con la historia<br />su vínculo con la infamia<br />y eso que llaman pecado<br />Esas chicas<br />esas preocupaciones<br />Esos espejos y esos reflejos<br />Esos hornos<br />Esos moldes<br />Esas fantasías<br />Nuevamente ese devenir<br />igualmente temeroso.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-62954102879068325222011-10-12T13:47:00.000-07:002011-10-12T13:48:04.555-07:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO XV <br /><br /><br />Si por casualidad despertara convertido en una sociedad<br />sería ella lo mismo que hubiera sido<br />si no hubiera despertado<br />o si en cambio hubiera sido una melodía o un fruto de mar.<br /><br />Si por casualidad despertara convertido en un sueño<br />sería él lo mismo que hubiera sido <br />si no hubiera despertado<br />o si en cambio hubiera sido un perro o una proposición.<br /><br />La ficción<br /><br />Señalador de los sueños<br />De los dialectos<br />Del amor moral y de las telenovelas.<br /><br />La ficción<br /><br />Propiedad incandescente de las casualidades<br />De ésta estupidez y de ésta inteligencia<br />Del llanto improcedente<br />y de la administración de las ideas.<br /><br />La ficción<br /><br />Lo necesario y detestable<br />El lugar de las pasiones <br />y el de la vivencia de lo inútil.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-15530495420368991712011-10-07T05:43:00.000-07:002011-10-07T05:46:30.623-07:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO XIV<br /><br /><br />La colección de prólogos, o notas, u obras, o hechos que conforman este libro fueron, como todo, una secuencia de una cadena de prólogos. Pensé entonces que las mencionadas notas aquí reunidas podrían llevar por título, otro prólogo acaso, Prólogos errantes. <br />Con motivo de explicar el porqué de esta reciente afición a la teoría de los prólogos mencionaré que he descubierto cierta virtud, cierta inclinación bella a la libertad en ellos. La intención siempre se dirige a prólogos y nunca a la presentación de una obra concluida. Esa es la imagen que, sin nadie haberlo querido ni esperado, se esboza y se presenta. <br />Prologo en tanto acto o momento previo al que se desarrolla una obra. Comentario o perpetua instantaneidad que nada podrá tener que ver con las escenas siguientes, salvo aquellas disposiciones atómicas que la percepción reconozca como casualidades, más allá de que éstas existan o no. Cada acto de un sujeto, como enamorarse, sufrir, la angustia, el triunfo y el fracaso, configurará prólogos en una cadena de situaciones y pasiones, acaso instantaneidades, continuas aunque azarosamente desconectadas entre si. Nos une la desconexión. De esta manera, cada imagen y cada ocasión constituyen un prologo, errante, de las siguientes. Estimo que es éste el motivo por el cual los prólogos son el espejo de la errática. Errantes los prólogos pretende significar que lo que hay plasmado en ellos no corresponde a una cadena causalmente consecutiva y armada de situaciones que se repetirán y se multiplicaran a lo largo de esta existencia, sino justamente a aquello que reconoce cierta desconexión en lo que ocurre entre muestras de tiempo, aparentemente ligadas. Desconexión librada por disposiciones azarosas. <br />Pareciera haber algunos indicios de ello, sin embargo creo que nos resulta innombrable ahora. Reconocemos respetuosamente algunos de ellos con nombres que trabajan aún desde este lado del problema: teoría del caos, principio de incertidumbre, entropía, disposiciones azarosas. La multiplicidad. <br />Estos prólogos se refugian en las formas de los prólogos. Como algo ajeno a lo que pasara a continuación, sea lo que sea. <br />Intuyo a los prólogos como la fascinación ante lo insondable, en donde predecir y recordar no está permitido. <br />Los rituales que convierten a los prólogos en primeros o segundos actos, suelen hacer que sus víctimas reproduzcan obras en donde lo desconectado se ata con cadenas. Poetas llaman a eso ficciones. Nada podrá sorprender de esa manera y todo será un eslabón, un esfuerzo por combatir la desconexión, por forzar la existencia del tiempo. <br />Hablamos del pecado, quizás, de existir sin prologar lo que se ve. Acaso de transcurrir como una obra concluida. Ello es mucho menos real que considerar las ventajas de los prólogos y de los azares. Es mucho menos real.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-23774636278661690482011-10-03T16:15:00.001-07:002011-10-03T16:15:29.996-07:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO XII <br /><br /><br />Doy hablo y prometo ese amor<br />por la presión que cadenas disfrazadas de palabras<br />ejecutan <br />alegando corrección y formalidad.<br />Meras conjugaciones <br />a las que un lenguaje somete<br />a un conjunto de acciones que<br />porque sí<br />representan la figura del amor.<br />Del amor moral.<br />Del amor administrativo.<br />Del amor sumiso.<br />Conjugación y nombre<br />que hacen del amor<br />un libro de frases<br />un innecesario show televisivo<br />una colección infeliz de peluches<br />un deseo reprimido<br />un discurso obligado<br />un castigo realmente inmerecido<br />un desafío ajeno<br />la voluntad obesa<br />la celebración del fracaso<br />la mímica de la pasión<br />la sombra de la intensidad.<br /><br />¿Acaso pensaste,<br />extraña,<br />que al leerme<br />ibas a confirmar lo que aprendiste en tu historia?<br />¿Acaso creíste<br />celosamente<br />que no te iba a decepcionar<br />de la misma manera en que los años y los versos <br />decepcionan al deseo?<br /><br />Invito.<br />La crítica como una biopsia<br />que se ejecuta sobre lo aprendido.<br />Lo aprendido se transforma en dolor<br />si el refugio es una cárcel<br />con barrotes hechos de palabras.<br /><br />Eso que llamas amor<br />no tiene pasión.<br />Tiene las convenciones de la crueldad<br />implantadas <br />en el cuerpo y en el habla.<br /><br />Eso que llamas amor<br />no late.<br />Es un sillón en una habitación <br />en donde hay una cama <br />en la que a veces reposan<br />dos esclavos saturados <br />que cada noche fingen conocerse.<br /><br />Eso que llamas amor,<br />hecho de un alba que ilumina<br />tenuemente<br />dos cuerpos desnudos,<br />no incluye la garantía de un recuerdo.<br /><br />El goce es lo único que puede unirnos.<br />Aunque sea un instante.<br /><br />¿Te asaltó alguna vez el interrogante del goce?<br />¿Has querido saber en qué tiempo habita?<br /><br />Alguno de sus pedazos<br />puede que sea útil para refugiarnos<br />y tal vez a eso haya que llamar amor.<br />Sin mentirte.<br />Sin obligarme.<br />Sin mirarte.<br />Sin obligarte.<br /><br />No me exijas.<br />Ni palabras ni paz.<br />Ni sed ni agua.<br /><br />Envueltos en lo que nos envuelve<br /><br />Así serás amada <br />hasta que lo mágico con lo que ocurren los instantes<br />llame a ambos al silencio.<br /><br />Nos reparo con palabras.<br />Funcionan como dados.<br />Y cada jugada es el espanto<br />y cada pulsión un precio<br />y cada vez tu sombra.<br /><br />Así<br />al modo de un cubilete nervioso<br />es como el universo invita.<br />Pero<br />la geometría de la coherencia.<br />Pero<br />la ética de lo que llaman amor.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-34002746274454369312011-09-30T10:17:00.000-07:002011-09-30T10:20:18.894-07:00PROLOGOS ERRANTESPRÓLOGO XI <br /><br /><br />Hace ya largos pedazos de tiempo,<br />pude percibirlos,<br />he decidido escribir.<br />Exigir producción alguna.<br /><br />Hace ya largos pedazos de tiempo,<br />pude recorrerlos,<br />quise traducir algo a lenguaje<br />sin entrever finalmente ningún beneficio.<br /><br />Hace ya largos pedazos de tiempo<br />cuyos sentidos me resultan todavía ocultos<br />me encuentro tratando de pensar en frases<br />que seguro estoy no son estas.<br /><br />Sin embargo<br />son ellas lo único de lo que soy capaz.<br />Y a pesar de que más tarde las llamaré inspiración<br />sé que nada dicen de mi.<br /><br />El anhelo de no ser un ladrillo en la ciudad<br />un voto en mi provincia<br />un pedazo en venta de cultura<br />el cuerpo de alguien que lleva un mensaje<br /><br />La curiosidad por no poseer lenguaje.<br />La escritura de palabras condenadas.<br /><br />Incluso el vómito.<br />Que huele y sabe a escritura.<br />Y que se arroja del cuerpo<br />para que todo adopte nuevas formas.<br /><br />Ello no es quizás otra cosa<br />que el reverso de mis deseos.<br />La sombra de ausencias que me nutren.<br />Lo expresado por lo que no escribo cuando escribo.<br /><br />Sentidos y deseares macabros y traidores.<br />Sentencias fetales<br />como situadas en el vientre de un caracol cualquiera.<br />Como eso que está inmerso en el tiempo.<br /><br />La validez de estas enunciaciones<br />que dan nombre a lo que no lo tendrá<br />es hacer necesaria la perpetua interpretación del mundo.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-49865761760741992882011-09-26T04:01:00.000-07:002011-09-26T04:03:25.130-07:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO X <br /><br /><br />Iba a leer<br />y la fuerza me hizo escribir<br /><br />Iba a ladrar<br />y la fuerza me hizo escribir<br /><br />Iba a angustiarme<br />y la fuerza me hizo escribir<br /><br />Iba a escribir<br />y la fuerza me hizo leer ladrar y angustiarme<br /><br />Oh extraña fuerza<br />¿Es que no te das cuenta?<br />Conviertes a la escritura<br />en maligna o misteriosa.<br /><br />Cada intento y cada intención<br />son tu descripción mas serena.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-14444955418474789072011-09-23T05:11:00.000-07:002011-09-23T05:12:39.887-07:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO IX<br /><br /><br />La extrañeza en los sabores, la intensidad perteneciente al mundo de lo sensible en constante estado de explosión, la penumbra del día, el hallazgo de la incomodidad en lo que hasta hace segundos resultó insignificante. A ello tratan de describir las líneas que componen a algunos poemas.<br />La palabra poema no es una de aquellas que me cause recordable placer al escucharla o al pronunciarla. Similar tendencia al olvido ejerce la palabra moral, o especifique, o protocolo. Prefiero oír y pronunciar almendra, sinécdoque, Patricia.<br />Prefiero llamar al poema como palabra que me guste. Obra o hecho en todo caso, pues éstas parecen resaltar la vivencia poética del autor o la posible poesía de la vivencia. Otra faceta de su precio, acaso un lado siempre expuesto y jamás visto. <br />Leer, aunque fundamentalmente escribir poemas, sea quizás la prueba de revalidación de sensaciones curiosamente instituidas. Lo que llaman culpa devino no culpa luego de leer a Nietzsche, así como también algunas muertes han dejado de despertar llantos perplejos y no milagrosos a partir del esbozo de versos que con el tiempo no han sido papel amarillento sino carne, uña y noche.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-90220324728311092542011-09-19T04:32:00.000-07:002011-09-19T04:39:06.547-07:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO VIII<br /><br /><br />En algunas oportunidades<br />supo intuir el poeta <br />que detestó el tiempo en el que nació.<br />Frecuentemente se detuvo a pensar<br />que sería digno que se los presentase.<br />Pues de seguro ese encuentro<br />sería el arquitecto de la expresión de la soledad<br />habitada entre dos.<br />Sin comunicación.<br />Sin cuerpos.<br />Sin señales que den cuenta el uno del otro.<br />Dos profesores<br />a los cuales es igual llamar alumnos<br />con nada por saber<br />y con nada sabido.<br />Dos puntos.<br />De ninguna manera referencias.<br />Atravesados por nada<br />pero unidos.<br /><br />Si los presentaran<br />todo les sería dado.<br />Todo les sería oportuno<br />y digno de ser creado.<br /><br />Este boceto.<br />Cree desear describir aquello<br />de lo que no puede separarse.<br />Eso es el discurso.<br />La pretensión de hacer agonizar<br />a lo que está agonizando desde que nació<br />y a lo que agonizará<br />hasta que la facultad de enunciar desaparezca.<br />Lo digo presente, como el poeta <br />descocido, en estado de putrefacción.<br />Lo digo crucificado.<br />Sin sangre ni rencor.<br />Lo creo.<br />Lo digo casi muerto.<br />Sin esperanza de resurrección.<br /><br />Muero en el estado del que quieres sacarme<br />y que te resulta imposible.<br />Pues para ello<br />odio deberá ser amor.<br />Deberé olvidar<br />aquello que me ha tomado<br />de una vez y para siempre.<br />Ese amor convencional.<br />Cicuta que debe resistirse<br />a quemar los órganos.<br />Cicuta con forma de conocimiento<br />que para ser tal debe quemar el alma <br />la fe y la expectativa.<br /><br />La experiencia de la vida no es una labor administrativa.<br />Sin embargo declino ante esta labor<br />que no implica ni contrato ni obligación alguna <br />y que rasga mis vísceras<br />a través del uso irrelevante <br />y por eso filoso de las palabras.<br /><br />Por ello,<br />junto al poeta ajado,<br />puntos atravesados y hechos por la nada,<br />resolvemos:<br />Olvidar que alguna vez intuimos<br />que ambos podríamos sostener el peso de nada.<br />Abandonar identificaciones<br />Abandonar ese peso insostenible<br />Resignar el uso de la piel sin lados<br />que deja que todo ingrese<br />como si fuera un receptáculo vacío o un pozo ciego<br />pues ese pozo<br />adonde todo caía<br />y que hoy cierra su boca<br />no puede devolver ya más que la mierda <br />que tanto ha caído en él.<br />No obstante ello,<br />y mientras la derrota se acepta<br />albergo una espera.<br />Sin musas.<br />Sin ojos ni manos.<br />Sin capacidad de afecto.<br />Sin espejos adonde ver reflejo alguno.<br />Espera.<br />Anhela que aquello inmortal<br />resucite de su muerte transitoria.<br />Pues sabemos con el poeta que <br />aquello que nos obligó a cometer<br />el asesinato de nuestro deseo<br />es apenas una versión de la historia<br />por la cual hoy nos sentimos vencidos.<br /><br />Ambos sabemos que en este momento<br />en el que las vísceras se están pudriendo de asco<br />en el que los olores indeseables afloran por la cabeza<br />en el que las palabras no significan a nada<br />en el que los sonidos de un instrumento <br />expresan descargas nerviosas,<br />en este momento<br />hay un vencido que habitará el dominio efímero del tiempo.<br />Y hay, lector,<br />lo escribo con las ruinas de un deseo<br />y con la vivencia de un velorio, <br />un vencedor inmortal.<br />Atravesando tres días de muerte.<br />Seis millones de hombres aniquilados.<br />Treinta mil desaparecidos.<br />Tramas e historias incomprensibles.<br />La sapiencia de una parole innecesaria.<br /><br />Espera.<br />Avocado a ella<br />transcurrirán los días necesarios<br />en los que nada podrá sucederme.<br />Como a los habitantes del tiempo que el poeta odió.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-69652451228770244692011-09-16T05:51:00.000-07:002011-09-16T05:54:25.728-07:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO VII <br /><br /><br />Existen palabras que son nombradas<br />con excesiva ambición<br />entendidas de una manera<br />que le arrebata rudeza<br />a la intensidad con la que se fabrica un momento, <br />al instante con el que se pacta un recuerdo. <br /><br />Anhelo encontrarme<br />con quien comparto <br />no mucho más que aquello<br />que ambos deseamos amar<br />y con quien, <br />además de eso,<br />nada nos une.<br />Casi todo nos separa.<br />Por ello me es dado el conocimiento del instante.<br /><br />Desconozco<br />cuál es la disciplina científica que lo asombra<br />cuál el género cinematográfico que prefiere.<br /><br />Aquello que nos une en el instante,<br />melodías diré,<br />ocurre hasta que<br />por burocracias y reproducciones<br />debe producirse una separación<br />entre secuencias de antemano inconexas.<br /> <br />Intuyo que algún día será definitiva<br />al igual que definitivamente<br />alguna vez<br />se aleja el afecto<br />de los objetos viejos<br />de los recuerdos<br />de la carne y de la moralidad.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-26474921585564317752011-09-12T07:04:00.000-07:002011-09-12T07:07:10.943-07:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO V<br /><br /><br />Aquel,<br />que vive en el norte y en el sur<br />y que a la vez es todos y cada uno de nosotros<br /><br />Aquel<br />que no duerme de noche<br />y al que Maldoror arrebató sus culpas y sus proyecciones<br /><br />Aquel<br />que fue música filosofía y ciencia<br />mientras sirvió las mesas de una pizzería<br /><br />Aquel<br />que soñó y deseo ser un chico a la edad de cuatro años<br />y al que el sinsentido ya no desvela<br /><br />A ese, a aquel<br />le es dado cumplir la condena de Sisifo <br />a causa del valor de pequeños pecadores<br /><br />A ese, a aquel<br />del que es más sencillo obtener un disgusto<br />que un gesto amistoso<br /><br />A ese, a aquel<br />al que la mirada del otro le es esquiva<br />y al que los sonidos ya no conmueven<br /><br />Aquel es, <br />ya sin duda, <br />quien más quisiera que me abrace.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-75441519517636550552011-09-09T06:08:00.000-07:002011-09-09T06:09:55.305-07:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO IV<br /><br /><br />Al ver a aquella hembra,<br />desprovista de ropajes <br />de alabanzas y de nominaciones,<br />me pareció no percibirla <br />en el estado de constante mortuosidad de la carne.<br /><br />Tampoco en la realidad únicamente <br />bulliciosa de una avenida o de una oficina<br />sino en la desesperación de un recuerdo <br />súbitamente liberado.<br /> <br />Sin embargo se que su existencia es falsa.<br />Le es casi imposible a ese recuerdo <br />intervenir en el presente. <br /><br />Inexistente por inhabitable.<br />Y por poco que pueda intervenir <br />la recordación sobre el presente<br />y por más falsa que sea su capacidad <br />su verdad y su vigencia<br />despierta en el recordante <br />sed letal.<br /><br />La de lo que podría haber sido.<br />La sed letal que causa conocer <br />la multiplicidad como concepto<br />sin poder jamás acceder a ella.<br /><br />La sed que a todos<br />hasta los fines y hasta los comienzos<br />vence singulariza y justifica.leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6166931416239558403.post-34192005344396035132011-09-05T03:45:00.000-07:002011-09-05T03:46:56.990-07:00PRÓLOGOS ERRANTESPRÓLOGO III
<br />
<br />
<br />La belleza que hechiza
<br />La imago de la que el resto son reflejos.
<br />Sería una contribución a un momento feliz
<br />poder ensayar alguna virtud en tu presencia
<br />para lograr quizás lo que llaman buena impresión.
<br />
<br />Quisiera que estés presente cuando escribo una línea
<br />Quisiera que obtengas un temor mío
<br />y que sepas que sus componentes
<br />constan de materia que no conocerás.
<br />Tal vez así nos entendamos.
<br />
<br />Que estés presente cuando aflora un pensamiento
<br />Cuando se recuerdan versos prematuros.
<br />Quisiera que leas a aquellos que yo he leído y sido
<br />y que te desconozcas en esas obras
<br />pues no puedo menos que desearte y verte
<br />a través de ellas
<br />fundamento de mis sentidos.
<br />
<br />A través del reverso de la vida cotidiana
<br />A través de una melodía.
<br />Así, divinidad terrenal que me encandilas,
<br />se combate la lejanía.
<br />leandro trillohttp://www.blogger.com/profile/14902381976673068917noreply@blogger.com0